Alma Mediterránea ha ido saliendo de mi desde pequeña, me recuerdo siendo una niña y fijándome en planos y detalles. Sin embargo, crecí y me dediqué a otro ámbito profesional. Imagino que esa vocación tenía que salir de alguna manera, porque la vida me puso a un compañero con el que descubrí mi pasión por la decoración. En 8 años vivimos en 7 casas, desde apartamentos en la playa, hasta un chalé en la montaña, pasando por una casa de pueblo y pisos. Se reformaban, decoraban y vendían, porque se notaba el alma que se ponía con ese estilo mediterráneo.
En la siguiente etapa me vi sola y sentía que tenía que continuar con la decoración, porque me sentía realizada, gustaba cómo lo hacía y lo mejor es que hacía felices a los demás ayudándoles a convertir sus casas en hogares. Sentía que era mi misión, pero no sabía cómo desarrollarla, así que empecé a formarme mientras aún me dedicaba a mi empleo de siempre y poco a poco, con muchísimo esfuerzo, he ido creciendo hasta llegar a la siguiente etapa, la más difícil.
Decidir si continuar compaginando Alma Mediterránea con mi empleo de siempre o arriesgar y dejar mi empleo de hacía 17 años, para dedicarme por completo a mi pasión, apostando y confiando en mi para construir, no solo soñar, con la vida que quiero. Tuve inseguridades, miedos, incertidumbre, y supongo que para que me decidiera la vida me puso situaciones vitales que me hicieron entrar en una especie de crisis en la que, gracias a ella, me di cuenta de mucho, sobre todo de que no soy la misma y de atreverme dándolo todo.
Así que, aquí estoy apostando por completo en mí, en Alma Mediterránea para ayudaros a crear vuestros hogares, viviendo esta nueva etapa con la máxima ilusión y dedicación.
Porque un deseo no cambia nada y una decisión lo cambia todo
Sin duda, mi suerte en todo este viaje ha sido mi gente, que me ha estado apoyando, las personas tan bonitas que han ido apareciendo, guiándome en el proceso y quienes han confiado en mi para desarrollar sus proyectos.
Y así, es como Alma Mediterránea sale a la luz.
Es imposible imaginarme Alma Mediterránea sin todos ellos.

